sábado, 26 de mayo de 2012

LA ROMERIA Y VIRGEN DE ROCIO

 HISTORIA DE LA VIRGEN DEL ROCIO





Entrado el siglo XV de la Encarnación del Verbo Eterno, un hombre que había salido a cazar, hallándose en el término de la Villa de Almonte, en el sitio llamado de La Rocina (cuyas incultas malezas le hacían impracticables a humanas plantas y sólo accesible a las aves y silvestres fieras), advirtió en la vehemencia del ladrido de los perros, que se ocultaba en aquella selva alguna cosa que les movía a aquellas expresiones de su natural instinto. Penetró aunque a costa de no pocos trabajos, y, en medio de las espinas, halló la imagen de aquel sagrado lirio intacto de las espinas del pecado, vio entre las zarzas el simulacro de aquella Zarza Mística ilesa en medio de los ardores del original delito; miró una Imagen de la Reina de los Ángeles de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanco y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aún para la imaginación más libertina.
Hallazgo tan precioso como no esperado, llenó al hombre de un gozo sobre toda ponderación, y, queriendo hacer a todos patente tanta dicha, a costa de sus afanes, desmontado parte de aquel cerrado bosque, sacó en sus hombros la soberana imagen a campo descubierto. Pero como fuese su intención colocar en la villa de Almonte, distante tres leguas de aquel sitio, el bello simulacro, siguiendo en sus intentos piadosos, se quedó dormido a esfuerzo de su cansancio y su fatiga. Despertó y se halló sin la sagrada imagen, penetrado de dolor, volvió al sitio donde la vio primero, y allí la encontró como antes. Vino a Almonte y refirió todo lo sucedido con la cual noticia salieron el clero y el cabildo de esta villa y hallaron la santa imagen en el lugar y modo que el hombre les había referido, notando ilesa su belleza, no obstante el largo tiempo que había estado expuesta a la inclemencia de los tiempos, lluvias, rayos de sol y tempestades.
Poseídos de la devoción y el respeto, la sacaron entre las malezas y la pusieron en la iglesia mayor de dicha villa, entre tanto que en aquella selva se le labraba templo. Hízose, en efecto, una pequeña ermita de diez varas de largo, y se construyó el altar para colocar la imagen, de tal modo que el tronco en que fue hallada le sirviese de peana. Aforándose aquel sitio con el nombre de la Virgen de Las Rocinas.




ROMERIA





Tras recorrer en romería, a pie, a caballo, en carretas, carros engalanados en coches de caballos o en «charrets», el camino, el cual pasa en parte por el parque de Doñana, una inmensa multitud de devotos llegan a las puertas de la ermita, donde los almonteños la noche del domingo al lunes de Pentecostes, realizan lo que popularmente llaman «el salto de la reja». A continuación, los almonteños sacan a la Virgen que llaman «Blanca Paloma» en procesión y la llevan en hombros por la aldea. El trayecto recorre las distintas hermandades desde donde los sacerdotes le rezan la Salve, acompañados por el pueblo rociero.
La romería del Rocío es una de las romerías más famosas y multitudinarias que existen. Cuenta con más de 100 hermandades (107 en 2008 y 110 en 2012), y entre las personas ilustres que han visitado la aldea del Rocío se encuentra el difunto Papa Juan Pablo II el 14 de junio de 1993.
La salida de la Virgen del Rocío en la madrugada del lunes de Pentecostés se realiza tras acabar el rezo del Santo Rosario que comienza a medianoche, pasando todos los simpecados por delante de la ermita hasta que llega el de la hermandad matriz de Almonte, que entra en la ermita y debe llegar al presbiterio, siendo en ese instante cuando se produce el salto de la reja. La Virgen se encuentra en unas parihuelas en el presbiterio. Por todo esto, nunca puede predecirse con exactitud la hora de salida de la Virgen. En el año 2010 el salto a la reja fue a las 2:50h.

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